No tienes sueños, no tienes objetivos
No tienes sueños, no tienes objetivos. Sí, repítete esto, a ver qué sale. Todo el mundo quiere éxito, pero muy pocos se paran a escuchar sus sueños, y mucho menos a escribir sus objetivos. Tan simple como eso y tan complicado como eso. Napoleon Hill lo define deseo ardiente, esa obsesión que te marca el camino: “El punto de partida de todo logro es el deseo ardiente. Manténgalo constantemente en su mente. Desearlo no es suficiente. Hay que desearlo con una intensidad total, hasta convertirse en una obsesión.” De nada. Hasta la próxima.
DESARROLLO
6/3/20251 min leer
No tienes sueños, no tienes objetivos.
Sí, repítete esto, a ver qué sale.
Todo el mundo quiere éxito, pero muy pocos se paran a escuchar sus sueños, y mucho menos a escribir sus objetivos.
Tan simple como eso y tan complicado como eso. Napoleon Hill lo define deseo ardiente, esa obsesión que te marca el camino:
“El punto de partida de todo logro es el deseo ardiente. Manténgalo constantemente en su mente. Desearlo no es suficiente. Hay que desearlo con una intensidad total, hasta convertirse en una obsesión.”
De nada. Hasta la próxima.